5 estrategias que te convertirán en un buen líder

Cualquiera está capacitada para delegar tareas, pero ser un buen líder exige mucho más que eso. Los líderes efectivos tienen un impacto muy positivo en los equipos de trabajo que gestionan. Los profesionales que trabajan para grandes líderes son más productivos, están más motivados y fidelizados con la organización; lo que tiene una enorme repercusión en el rumbo de la empresa y es determinante para lograr el éxito.

Un buen líder hace que las personas que lo rodean saquen lo mejor de sí mismos. Existen muchas formas de comprobar si un jefe es un buen líder, pero observar a los profesionales que lo rodean podríamos decir que es la prueba de fuego. ¿Son felices? ¿Están creciendo profesionalmente?

Si observas a tu alrededor que tu plantilla de trabajo está desmotivada, estancada desde hace años o desconectados totalmente de su trabajo, es la señal inequívoca de que ha llegado el momento de reevaluar y realizar cambios en tu estrategia de gestión y liderazgo. ¡Sigue leyendo para ver cuáles son las más efectivas!

Buenas estrategias de liderazgo

La comunicación es la clave

Uno de los elementos más importantes para un buen líder es crear un espacio abierto de comunicación donde los miembros de tu equipo se sientan agusto para hablar con transparencia y sinceridad sobre cualquier circunstancia que altere el curso del trabajo, ya sea algo laboral o personal. En este sentido, resulta clave que el líder sea el principal ejemplo para sus subordinados.

Además, mostrar habilidades de comunicación activa y transparente genera confianza y mejora el entendimiento entre las dos partes.

La conexión con los miembros del equipo

Liderar a un grupo de trabajo requiere mucha confianza y una gran dosis de comprensión entre ambas partes. Para conseguirlo el líder debe conectar con sus empleados. Rasgos como la empatía y la compasión te pondrán en el camino adecuado para conectar de manera efectiva con los miembros de tu equipo.

La conexión no se construye de la noche a la mañana pero es necesaria para crear un equipo de trabajo sólido que desarrolle su trabajo de manera óptima y tengan un excelente desempeño. En ese ambiente de trabajo, donde hay confianza y los empleados son felices, un equipo de trabajo puede lograr que el negocio sea un éxito.

Si no sabes cómo generar esa conexión, te recomendamos que te acerques a cada miembro de tu equipo de manera individual para conocer sus motivaciones e intereses. Esto puede darte una idea sobre sus objetivos y motivaciones reales. Además, te permitirá reconocer sus fortalezas. Lo que resulta clave para que desarrollen su autonomía y hacer que se conviertan en activos que agreguen valor al equipo.

Ser capaz de reconocer las habilidades de los miembros de tu equipo y fomentarlas, aumenta la confianza de los empleados en sí mismos y en su líder, lo que mejora notablemente su desempeño.

Fomentar el crecimiento profesional

Una empresa no funciona si el único que saca beneficio del éxito de la compañía eres tú. Tarde o temprano tus empleados terminarán abandonando su puesto de trabajo por algo mejor, donde se sientan más valorados, remunerados y reconocidos profesionalmente. Para evitarlo, debes invertir en su éxito y crecimiento profesional. Esto resulta clave para que el equipo se mantenga motivado año tras año.

Deja de dar órdenes

Si estás controlando a los profesionales que trabajan en tu empresa para que hagan las cosas de la manera que tú quieres, nunca lograrás que se comprometan con tu causa. Tu labor como líder es mostrarle las opciones que tienen y enseñarles a tomar las mejores decisiones para el proyecto. De esta manera, estás colaborando en su crecimiento profesional y garantizando que el día de mañana, cuando tú no estés, sabrán tomar las decisiones adecuadas para la empresa.

Pide opinión

Un buen líder pide feedback a sus subordinados. Entiende que su trabajo o su manera de hacer las cosas también pueden mejorarse y solicita a los miembros de su equipo feedback sobre sus tareas o su desempeño.

Esto te dará una perspectiva y un enfoque sobre tu trabajo que no tenías y que será determinante para mejorar en tus tareas de dirección y gestión. Además, te permitirá tomar conciencia de las áreas que necesitas mejorar.

Mantener la mente abierta a nuevas ideas

Un buen líder sabe reconocer que el cambio es inevitable. En lugar de mantener tu status, lo mejor que puedes hacer es adaptarte a los cambios. Estar abierto a nuevas ideas y formas alternativas de hacer las cosas es lo que te permitirá identificar que estás en el camino adecuado para que tu empresa alcance su máximo potencial. Pensar que tú tienes la última palabra por ser el jefe o que tu opinión tiene más peso que la de los talentos que rodean impedirá tu crecimiento y el de tu negocio.

La mejor manera de incentivar a los miembros de tu equipo para que compartan sus ideas es alentarlos a hacerlo cuando hay un problema. Cuando un empleado se siente escuchado, también se siente valorado y su sentimiento de pertenencia al grupo aumenta.

En resumen, la tarea de convertirse en un gran líder lleva su tiempo y aunque algunas personas tienen un don natural para desempeñar este rol, lo cierto es que la mayoría trabaja en sus habilidades de liderazgo para intentar ser cada día un mejor líder para su empresa y sus subordinados.

¡No te desanimes si sientes que tienes muchos cosas que cambiar para convertirte en un buen líder, con dedicación y un buen plan, puedes lograr llevar a tu equipo y tu negocio al éxito!