Muchas empresas prefieren cubrir un puesto vacante de responsabilidad con un profesional que ya forme parte de su plantilla antes que de hacer un proceso de selección para buscar al candidato fuera de la empresa.
El principal motivo de que muchas compañías piensen así es que los trabajadores que forman parte de su plantilla ya conocen los valores de la empresa y cómo funciona, por lo que no requieren necesariamente de un proceso de adaptación como tal, cosa que sí sería necesaria en el caso de que se optase por contratar a alguien de fuera. Otro de los puntos claves de este método de promoción interno es que permite fidelizar talento, uno de los grandes retos de las empresas actualmente.
Desde el punto de vista del trabajador, que le den la oportunidad de promocionar supone una gran motivación para permanecer en la empresa y seguir creciendo como profesional sin necesidad de que tenga que renunciar a la estabilidad que ya ha adquirido con los años que lleva formando parte de la plantilla.
De otra manera, si le ofrecieran un mejor puesto de trabajo en otra compañía, lo cierto es que profesionalmente mejoraría su situación; pero para ello, tendría que renunciar a su estabilidad laboral, salir de su zona de confort, comenzar desde cero en otra empresa con otros compañeros… Así que la posibilidad de promocionar dentro de su empresa es una gran oportunidad laboral.
Por lo general, se diferencias dos procesos de promoción interno: el cerrado y el abierto a candidaturas. En el caso del primero, los candidatos son elegidos por los responsables del departamento de RRHH junto con la dirección. La segunda opción es una convocatoria pública, por lo que se permite la candidatura de cualquier empleado.
Teniendo este punto en cuenta, las fases de un proceso de selección interna son las siguientes:
Comunicación: la empresa informa a sus trabajadores de que va a iniciar un proceso de promoción interno para cubrir un puesto de trabajo nuevo o que ha quedado libre. Si es una convocatoria cerrada, informará directamente a los empleados previamente seleccionados como candidatos. Si es abierta, se hará un anuncio público mediante una comunicación que suele realizar vía correo electrónico masivo.
Selección: los responsables del departamento de RRHH evalúan a los candidatos para ver si cumplen con los requisitos exigidos por el puesto de trabajo.
Decisión final: los responsables del departamento de RRHH se reúnen con la dirección de la empresa para elegir al candidato final. Una vez que ya saben quién va a ocupar el puesto, se lo comunican al trabajador y también le informan sobre sus nuevas condiciones laborales.
Este proceso suele realizarse por el departamento de RRHH de la empresa. Sin embargo, cuando se trata de una pyme, lo que se suele hacer es contratar a profesionales externos especializados en este proceso, como es el caso de la empresa de selección Tempotel.
Lo primero que tiene que hacer un profesional para hacer frente a un proceso de promoción interno es adecuar su curriculum vitae. En ese sentido hay que fijarse en dos puntos: actualizar los datos que no estén incluidos y adecuarlo lo mejor posible a las exigencias del puesto de trabajo vacante. A grandes rasgos es recomendable tener en cuenta lo siguiente:
Actualizar el CV: si hace tiempo que no actualizas tu CV y durante ese periodo has realizado cursos de formación, asistido a talleres o alguna master class es importante que lo indiques en tu CV. También si has ampliado tus conocimientos en algún idioma o aprendido cómo funciona una nueva herramienta de trabajo (por ejemplo: un programa de edición de vídeo y fotografía) que puede ser relevante para el puesto.
Informarse del puesto de trabajo: es fundamental que conozcas de primera mano todos los detalles del puesto de trabajo vacante. En ese sentido, resulta muy útil reunirse con algún miembro del departamento de RRHH que esté encargado del proceso de selección interno para recopilar información. También puede resultar de ayuda, hablar con amigos, colegas, compañeros o familiares que ocupen puestos similares en otras empresas o que hayan pasado por un proceso de promoción interno y conozcan de primera mano cómo se desarrollan. Sus experiencias pueden ayudarte a hacerte una idea más real de en qué consiste este procedimiento y las tareas que desempeñarás en el caso de que, finalmente, seas tú el candidato elegido.
Destacar lo más conveniente: una vez que ya has recopilado toda la información, tienes que repasar tu CV para darle una mayor importancia a esas habilidad o competencias que son un requisito para ocupar el puesto de trabajo al que aspiras.
La entrevista con el candidato es clave para lograr el puesto de trabajo. Por esa razón, es fundamental que la prepares de antemano para que te enfrentes a ella con mayor soltura. ¿Qué diferencia a esta entrevista de una convencional? Las peculiaridades de una entrevista personal para un proceso de promoción interno son:
El seleccionador tiene un mayor conocimiento sobre el candidato: esta es la principal diferencia. El responsable de la entrevista habrá repasado la trayectoria del trabajador antes de convocarlo a la entrevista, de manera que las preguntas serán mucho más específicas.
Algunas de las preguntas que suelen hacerse son: en qué proyectos ha participado, cuál era su labor, cuál es su mayor logro dentro de la empresa, cuál es su mayor crisis dentro de la empresa, cómo la gestionó, en qué puntos considera que debe mejorar, etc.
Mayor relevancia al conocimiento que el trabajador tiene de la empresa: para optar a un puesto de trabajo de mayor responsabilidad se exige una mayor conciencia de la cultura de empresa, sus metas y aspiraciones, sus áreas de actividad presentes y futuras, los mercados donde está presente y aquellos a los que quiere expandirse, etc. Para que se produzca una buena adaptación del candidato a su nuevo puesto de trabajo, este debe estar informado de todos esos detalles, o al menos, estar al tanto de los puntos claves del plan empresarial a corto, medio y largo plazo. Durante la entrevista se hará especial hincapié en estos aspectos.
El empleado suele conocer a la persona que le hace la entrevista: es habitual que el trabajador conozca al responsable de la entrevista, por lo que el tono de esta será más relajado. No obstante, en ningún caso se debe perder la cordialidad o el trato profesional durante el encuentro en el que el candidato debe demostrar su valía e interés por el puesto. No hay que caer en el error de ver la entrevista como un mero trámite porque se conoce muy bien al entrevistador.
En la elección final de un proceso de promoción interno hay detalles que pueden inclinar la balanza a favor de un candidato u de otro. Por ese motivo, hay que tener en cuenta las siguientes cuestiones que pueden resultar decisivas:
Mostrar interés: uno de los principales criterios de los reclutadores durante el proceso es ver interés y motivación en el candidato por lograr el puesto de trabajo. Por ese motivo, es fundamental que el trabajador exprese su interés desde el comienzo del proceso y muestre también interés por conocer su evolución.
Estar abierto a nuevos retos: ocupar un nuevo puesto de trabajo conlleva un cambio en la forma de trabajar, las responsabilidades e incluso, el lugar desde donde se trabaja. Ya que el nuevo puesto de trabajo puede requerir movilidad geográfica. Si te muestras más abierto a estos cambios y dejas claro que para ti no son un problema, tendrás más posibilidades de lograr el ascenso.
Mostrar interés en las nuevas responsabilidades y tareas: el candidato debe mostrarse interesado en los nuevos retos a los que tendrá que hacer frente en caso de que sea él el candidato elegido. Esto ayuda durante el proceso de adaptación y a los ojos de la empresa, demuestra un compromiso e implicación por parte del empleado. Puntos que el reclutador tendrá muy en cuenta a la hora de tomar una decisión.
Generar un buen ambiente de trabajo: el reclutador también valorará el nivel de integración del candidato en la empresa y entre sus compañeros. Este es un punto clave para el buen funcionamiento de la empresa, ya que si el clima de trabajo en la oficina no es bueno, eso afectará a su productividad. De modo que procurar un buen ambiente de trabajo es clave para superar un proceso de promoción interno con éxito.
En resumen, adaptar el CV, preparar la entrevista personal, mostrar interés por el puesto y generar un buen clima de trabajo son las claves para lograr ser el candidato elegido en un proceso de promoción interno. Si estás ahora participando en uno, ¡mucha suerte! Y si no, guarda este artículo por si más adelante lo necesitas.
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