Las retenciones del IRPF que aparecen en tu nómina son un adelanto a Hacienda de lo que te tocará pagar en la Declaración de la Renta. En el post de hoy explicamos cómo se calcula la retención de IRPF de tu nómina. También te facilitamos una herramienta de cálculo de retenciones IRPF 2018 para que averigües si el porcentaje que se te está aplicando es el correcto de acuerdo a tu situación personal y el salario bruto del ejercicio fiscal.
Un apartado fundamental de la nómina es la retención del IRPF (en este post te explicamos todos los conceptos que puedes encontrar dentro de tu nómina y la diferencia entre sueldo neto y bruto), o lo que es lo mismo, las retenciones a cuenta del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Estas retenciones de IRPF que aparecen en tu nómina cada mes son un adelanto a Hacienda de lo que te corresponderá pagar después en la Declaración de la Renta.
En la medida de lo posible, siempre se intenta aproximar al pago final que debes hacer, pero a veces no coincide y por eso hay que estar pendiente de este dato en la nómina. Si las retenciones del IRPF que te aplican en tu nómina son insuficientes, cuando hagas la declaración te saldrá a pagar. Mientras que si éstas han sido más altas, te sale a devolver.
La empresa hace el cálculo de las retenciones en la nómina de cada uno de sus trabajadores, tomando de base:
Las condiciones particulares del trabajador permiten disminuir la cantidad a pagar por este impuesto, ya sea por tener familiares a cargo mayores de 65 años, por el grado de discapacidad, la situación familiar, etc. La regla general es que a mayores cargas familiares, menor es la cantidad que hay que pagar de IRPF.
La regla general es que a mayores cargas familiares, menor es la cantidad que hay que pagar de IRPF.
Cuando se produzca algún cambio (como por ejemplo, el nacimiento de un hijo) es importante que lo comuniques a tu empresa, para que pueda actualizar la retención que se te aplica en tu nómina.
Los Devengos son las cantidades económicas que percibes por prestar tus servicios a una empresa, es decir, la retribución por tu trabajo. Además, incluye los complementos salariales, las horas extras, el salario en especie y cualquier otro tipo de gratificación que percibas.
No se consideran devengos salariales y, por tanto, no tributan por IRPF, las cantidades recibidas por indemnizaciones o suplidos (gastos que anticipa el trabajador como puede ser el pago de una comida o los gastos de gasolina) y tampoco las prestaciones e indemnizaciones de la Seguridad Social.
A los devengos salariales que aparecen en la nómina, la empresa debe retenerle una parte de acuerdo con lo que estipula Hacienda para cada ejercicio en concepto de anticipo del pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
En la web de la Agencia Tributaria hay una herramienta que te ayuda a calcular las retenciones de IRPF que la empresa tiene que aplicar en tu nómina de acuerdo a tu situación personal y el salario bruto del ejercicio fiscal.
De esta manera podrás saber si se te está reteniendo correctamente el IRPF en la nómina, o si por el contrario, debes alertar de que hay algún error para que puedan corregirlo. Puedes acceder a esta plataforma clicando AQUÍ.
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