El mundo empresarial está cambiando muy rápidamente y eso conlleva que la figura del líder esté evolucionando y transformándose a la misma velocidad. Muchas directivos y altos cargos de empresas están adaptándose a esta nueva forma de dirigir y gestionar las empresas con la intención de que su equipo de trabajo se sienta más feliz, motivado y satisfecho en su lugar de trabajo. Conscientes de que todo tiene un impacto positivo o negativo en el crecimiento de la empresa.
¿Te interesa este tema? ¡Sigue leyendo y conoce las claves de esta nueva tendencia en el modelo de dirección y gestión de las empresas!
Un GeFe es una figura de liderazgo que sustituye al jefe tradicional tal y como lo conocíamos hasta ahora. Son personas más empáticas que ejercen su labor de una forma mucho más cercana que un líder tradicional. También conocido como «gestor de felicidad», se preocupan por conocer quiénes son los miembros de su equipo de trabajo, escuchar sus inquietudes y concentra sus energías en ayudarles a mejorar y crecer profesionalmente para aumentar su productividad y el rendimiento global de la compañía. Esta nueva tendencia ofrece un novedoso modelo de dirección y gestión de empresas centrado en los empleados, como el eslabón fundamental para que la organización alcance el éxito y los objetivos deseados.
Los GeFes saben que del trabajo de sus empleado depende el éxito de su empresa y por ese motivo, hacen todo lo que está en sus manos para potenciar las capacidades de sus empleados. También reconocen que es importante que las personas que trabajan en una organización se sientan cómodos y valoradas por sus superiores para que puedan sacar todo su potencial en beneficio de la empresa.
Los cambios que está experimentando el modelo de dirección y gestión de empresas tradicional, hace necesario una renovación de las funciones que desempeñas los líderes empresariales.
Para que una empresa alcance sus metas es fundamental que todos sus empleados confíen en los criterios y directrices marcados por su líder. Para lograrlo, los Gefes realizan las siguientes labores:
1. Priorizar el trato humano
El Gefe sabe que si un trabajador se siente cómodo en su lugar de trabajo, se mostrará más dispuesto, aumentará su rendimiento y los buenos resultados obtenidos fruto de su trabajo. Los GeFes valoran las cifras pero nunca las anteponen a las personas porque saben que el bien más preciado de una empresa es su equipo humano.
2. Flexibilidad y conciliación
El salario importa, pero ya no lo es todo. Los empresarios ahora dan una mayor flexibilidad a sus empleados para que puedan conciliar su vida laboral y familiar. De esta manera, los empleados no sufren de estrés debido a la falta de tiempo para atender sus obligaciones familiares, como pueden ser llevar a sus hijos al colegio, acompañarlos a clases extraescolares, etc.
3. Reconocimiento profesional
Para cualquier persona es importante que se le reconozca su esfuerzo y dedicación. Los nuevos líderes son plenamente conscientes de esto y reconocen la labor de su equipo para que se sientan plenamente valorados por la empresa.
4. Sin presión, ni miedo al fracaso
La mejor forma de liberar a un trabajador de la presión y el miedo al fracaso es eliminarla. Los GeFes ven un error como una oportunidad para aprender y ganar experiencia. Entienden que los trabajadores tienen que tener libertades para innovar y ser transgresores si desean que la empresa sea capaz de crear algo de valor. De modo que cuando se comete un error, lo asumen como parte del proceso.
5. Buen ambiente de trabajo
Los GeFes se preocupan porque sus trabajadores realicen sus tareas en un ambiente de trabajo óptimo. Cuidan los pequeños detalles como la temperatura, la luz o la decoración de la oficina, para que nada los distraiga ni afecte negativamente en el desempeño de sus tareas. También hacen todo lo que está en su mano para que dentro de la oficina haya un clima de positividad y optimismo entre compañeros y entre los empleados y sus superiores. En este aspecto, una comunicación directa y fluida es fundamental para evitar malos entendidos.
6. Seguimiento y reparto de tareas
Los GeFes realizan un minucioso seguimiento de las tareas que realizan sus empleado para conocer sus habilidad y potenciarlas en beneficio de la empresa. Esta nueva figura de líder organiza y distribuye las tareas entre sus empleados para que cada uno se encargue de hacer lo que mejor se le da.
7. Participación activa
Los GeFes quieren que sus empleados tomen decisiones, den ideas y participen del proceso de creación. Así que hacen reuniones de equipo en las que se les pide a los trabajadores que opinen abiertamente sobre temas importantes y aporten sus ideas para mejorar. De esta manera, todo el equipo se sentirá involucrado y parte activa del éxito o el fracaso de la empresa.
El verdadero valor de una empresa es el talento de las personas que trabajan en ella. Actualmente, la productividad de una empresa está determinada por el grado de satisfacción que tienen sus empleados. No obstante, lograrlo no es un tarea sencilla. La persona que se encarga de crear un vínculo duradero y una relación sólida entre los empleados y la empresa – el GeFe- tienen que poseer determinadas habilidades:
1. Debe ser una persona honesta y transparente
Para hacer que los empleados sigan sus directrices, éstos deben confiar en su criterio y en su palabra. Debe mostrarse abierto a dar explicaciones y transparente en la toma de decisiones. Los trabajadores valorarán positivamente que su líder les sea sincero sobre la situación de la empresa y se tome su tiempo en hacerles partícipe de todo el proceso.
No debe perder el tiempo en buscar culpables, sino emplear todas sus energías y saber encauzar las de todo su equipo en encontrar y poner en marcha soluciones en el menor tiempo posible. El GeFe debe estar preparado en todo momento para solucionar cualquier tipo de problema que pueda surgir.
3. Autoconocimiento y control de sus emociones
Para ser un buen líder es prioritario conocer y saber controlar sus propias emociones. De esta manera, sabrá adaptar su comportamiento a las situaciones de estrés y tensión que puedan surgir dentro de la oficina, sin que en ningún momento pierda el control sobre sus propias emociones.
4. Buen comunicador
Otra de las habilidades básicas de un líder es que sea un buen comunicador. Disponer de habilidades comunicativas le permitirá mantener una relación comunicativa fluida con sus trabajadores, darles información y evitar incertidumbres que perjudiquen el ambiente de trabajo.
El GeFe debe estar preparado para adaptarse a los cambios que se presenten y no tener miedo a cambiar de opinión o modificar un proyecto siempre y cuando eso favorezca a la empresa.
Muchos jefes tradicionales se muestran reacios a cambiar de opinión porque consideran que eso podría hacer pensar a sus trabajadores que cometió un error, lo que menoscabaría su autoridad. Lamentablemente, este pensamiento repercute negativamente en el futuro de la empresa.
6. Perspectiva de futuro
Un buen líder tiene que saber adelantarse a los acontecimientos, saber identificar los posibles problemas antes de que surjan y disponer de una estrategia para soltearlos. Únicamente de esa manera se podrán tomas las decisiones necesarias para superar los inconvenientes y alcanzar el éxito.
En resumen, un GeFe es una persona que pone todo de su parte para que sus empleados estén satisfechos en su trabajo. Establece las bases necesarias para que entre ellos se de una comunicación fluida, cercana y empática. De esta manera, la productividad del equipo y la satisfacción laboral aumenta notablemente lo que incide directamente en el crecimiento y el éxito de la organización.
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