Mantener la concentración en el trabajo no es fácil y puede haber miles de causas que te impiden desarrollar tus tareas con la máxima atención.
Para que saques el máximo rendimiento a tu tiempo y seas lo más productivo posible durante tu jornada laboral te recomendamos que pongas en práctica las recomendaciones que vamos a compartir a continuación.
La capacidad para concentrarse en una tarea durante un tiempo determinado es lo que denominamos concentración. Lograrlo cuando estás en tu espacio de trabajo es clave para que seas productivo.
Una de las claves para conseguirlo es la organización tanto mental como física. Por ejemplo, es importante que te asegures de dormir las horas suficientes para que tu cuerpo descanse y pueda rendir óptimamente. Por otro lado, si tienes signos de estrés, puedes combatirlo practicando algún deporte que te ayude a liberarte de esa sensación de ansiedad. Otra opción muy efectiva que puedes poner en práctica es la meditación.
Además de todo esto, también es fundamental mantener un espacio de trabajo ordenado y con buena luz que reúna las condiciones idóneas para que puedas desempeñar tus tareas sin distracciones, es decir, alejado de estímulos externos que te distraigan e impidan que te concentres.
Además de estos factores internos, la falta de concentración en el lugar de trabajo también puede deberse a otros factores externos que están fuera de tu control directo pero que también pueden dificultar tu concentración. Aprender a identificarlos te permitirá minimizar su impacto.
Cuando trabajas en casa en presencia de otros familiares, tendrás mayores inconvenientes para concentrarte. Lo ideal en estos casos es que cuentes con un espacio de trabajo en el que puedas tener una experiencia lo más similar a la que tendrías en la oficina para minimizar las distracciones. También puedes hacerles saber que vas a estar trabajando durante un periodo de tiempo para que intenten no molestarte. Otro tip que te puede ayudar para concentrarte mejor en casa es desactivar las notificaciones en tu móvil durante los periodos en los que estés trabajando.
Mientras estás trabajando en la oficina también puedes distraerte con las interrupciones de otros compañeros. Gestos como usar los auriculares mientras estás tecleando mandan una señal clara de que en ese momento no estás disponible. Otro punto importante es que dentro de la oficina y sobre todo entre compañeros de equipo, todos conozcan las tareas diarias de cada miembro para una mejor coordinación y que sea más fácil identificar cuando un compañero tiene un día muy intenso de trabajo o está enfrascado en una entrega importante… Así se evitarán interrupciones. En cualquier caso, si necesitas comunicarte con algún compañero, lo mejor es que lo hagas a través de correo electrónico para que pueda contestarte cuando mejor le venga, sin necesidad de interrumpirlo en sus tareas.
Otro forma de evitar las distracciones en la oficina provocadas por los compañeros es recurrir a la técnica de la tarjeta roja que consiste en colocar un objeto visible por todos que simbolice que no quieres que nadie te moleste porque estás haciendo una tarea importante para la que necesitas la máxima concentración. Para que esta técnica sea efectiva no se debe abusar de ella, ni utilizarla durante largos periodos de tiempo.
Para mejorar la concentración en tu lugar de trabajo puede poner en práctica algunas técnicas de gestión del tiempo, ya que una buena gestión del tiempo resulta clave para alcanzar la productividad.
Método pomodoro: esta técnica propone establecer periodos de 25 minutos de trabajo separados por pausas de 5 minutos. Además, cada 2 horas se recomienda hacer una pausa más larga de 15 o 20 minutos. Durante ese periodo de descanso más largo es cuando se deben responder mails, atender llamadas que no sean urgentes… De esta manera, estarás asignando la mayor parte de tu jornada laboral a sacar adelante tus tareas e identificando los espacios para atender otras que están relacionadas pero que no son de igual importancia, como responder mails o atender llamadas.
Matriz de Eisenhower: a través de esta técnica lo que se quiere conseguir es identificar y diferenciar las tareas más urgentes de otras que no lo son tanto y diferenciar a su vez las importantes de las que no lo son, de manera que todas las tareas se clasifican en cuatro rangos:urgentes e importantes, importantes pero no urgentes, urgentes pero no importantes y ni urgentes, ni importantes.
Esta herramienta te ayuda a dividir tus tareas en cuatro categorías: las tareas que realizarás primero, las tareas que programarás para más tarde, las tareas que delegarás y las tareas que eliminarás de tu lista de pendientes. Tienes esta técnica explicada al detalle aquí: Aprende a marcar prioridades con la Matriz de Eisenhower.
Lean time management: esta técnica consiste en eliminar los periodos en los que se realizan acciones de poco valor. De manera que lo primero que hay que hacer es una tarea de evaluación para identificar en qué acciones que no aportan valor pierdes más el tiempo.
Una vez que tengas claras cuáles son, lo ideal es eliminarlas de tu rutina en la oficina. Transcurrido un periodo de tiempo, lo ideal es medir de nuevo y realizar los ajustes necesarios. Hay que continuar midiendo y reajustando periódicamente para que sigas optimizando tu jornada laboral.
Pon en marcha estas recomendaciones para estar concentrado en tu lugar de trabajo, hacer una buena gestión de tu tiempo y que seas lo más productivo posible.
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